martes, 21 de julio de 2009

LA LECTURA

Nuestro cerebro es muy rápido para efectuar numerosas asociaciones simultáneas, si se le hace participar en diferentes cosas a la vez, tiene la capacidad de realizarlas. No hay razón para que no se pueda aprender a hablar y leer al mismo tiempo. Con la nueva tecnología es posible hablar y mostrar palabras simultáneamente.

La lectura es el resultado de unos símbolos que activan experiencias referenciales, es otra manera de enlazar la estructura superficial con la estructura profunda. Si elaboramos asociaciones muy ricas, seremos más capaces de comprender y recordar lo que leemos. Para comprender los textos no es necesario vocalizarlos, se pueden rescatar significados a partir de la representación visual, al igual que de la auditiva, pues el leguaje escrito se conecta directamente a la experiencia, al igual que el hablado.

Las personas tenemos diferentes orientaciones cuando leemos, las más auditivas pueden tener vías de asociación más plenas con la forma hablada de la palabra que con su forma escrita.

Cuando se tiene que leer algo rápidamente, con la estrategia de pronunciar las palabras como un hábito arraigado en su proceso primario de aprendizaje, el proceso es más lento. Decir las palabras una por una, es, más lento que mirar en forma global el párrafo para entender su significado. Por eso a los alumnos de informática les basta con ver las instrucciones y son capaces de revisar los códigos a gran velocidad sin necesidad de leer y detectar detalles.

Cuando se recurre a la estrategia de pronunciar, las palabras se dificultan porque leer y entender el significado no implica necesariamente la transformación de la palabra escrita en la palabra oral.

La comprensión es algo diferente de la pronunciación. Podemos comprender algo aunque no sepamos pronunciarlo y puede suceder que pronunciemos algo correctamente sin comprender lo que decimos.

Leer significa algo más que juntar letras para articular sonidos, nuestra vista es capaz de discriminar muchas cosas simultáneamente y podemos mejorar nuestra lectura viendo los párrafos de manera global. Si aplicamos esta estrategia para realizar la lectura comprenderemos mejor y de manera más rápida el contenido del texto. Según el modelo T.O.T.E. la comprensión no se basa únicamente en la memoria de los detalles y esto no significa nada si no los relacionamos con nuestras propias imágenes y experiencias. Estas experiencias referenciales le dan sentido a lo que leemos. La eficacia de una estrategia está en función del objetivo de las pruebas usadas y de las diversas operaciones que podemos poner en juego para conseguir este objetivo. Si deseamos obtener diferentes objetivos y pruebas es necesario manejar también muchas formas de lectura. Si carecemos de experiencias refernciales no podremos entender la información.
Se observa que muchas personas recuerdan con facilidad lo que leen cuando están relajadas, más que cuando están presionados y lo hacen por obligación. Se debe hacer coincidir nuestro estado con nuestras creencias con el fin de que la lectura sea rápida y se rescate lo necesario del texto. Por ello es necesario manejar múltiples estrategias de lectura para aplicarlas en las diferentes situaciones, estados y objetivos que se presenten.

El enfoque del Aprendizaje Dinámico para la lectura acelerada se basa en el acompañamiento y dirección en PNL. Es decir, empezar con la estrategia habitual de la persona y ampliarla progresivamente.

Estos ejercicios de aprendizaje dinámico requieren del trabajo con un compañero, para poder calibrar entre ambos la velocidad natural de la lectura.

Si el objetivo es aumentar la velocidad de la lectura es necesario recordar que ver es algo instantáneo y es posible reconocer las palabras y comprender su significado sin tener que pronunciarlas verbalmente, ya que el sistema nervioso del ser humano es capaz de registrar mucho más de lo que tenemos disponible en un estado consciente.

Un primer paso para aumentar la velocidad de lectura es ampliar la visión periférica. Se fija la mirada en un punto y se averigua cuantas palabras se pueden ver a ambos lados de esa punta sin mover los ojos. Se depende completamente del reconocimiento visual. También se pueden utilizar tarjetas, colores, etc.

Hay otros aspectos de la vista que pueden influir en nuestra habilidad para leer. Según la idea de claves de acceso de la PNL, si levantamos nuestra mirada al leer estimulamos el contacto con el sistema representativo visual. Se observa que resulta naturalmente más fácil ver la letra impresa cuando el libro se encuentra a nivel de los ojos o por encima del mismo.

Si se aplica el principio de sintonía y dirección, es posible leer un poco más rápido de una manera natural, por ejemplo, en lugar de leer cada palabra y cada línea, tratar de leer varias palabras o varias líneas al mismo tiempo. En lugar de barrer cada línea con la mirada, mirar la página en sentido descendente, mirar también de un lado a otro entre dos puntos imaginarios paralelos dentro de los márgenes del texto, siguiendo un patrón diagonal de derecha a izquierda a través de la página. Estas estrategias influyen positivamente en nuestra velocidad de lectura y comprensión.Para adquirir velocidad en la lectura, la visualización es el método más eficaz para crear un mapa mental del tema, porque nos permite entender y añadir detalles. Los lectores rápidos no pronuncian las palabras que leen, se forman una imagen y afinan detalles. Se debe elaborar una estrategia de preorganización que nos ayude a filtrar la información más importante del tema que nos interese. El elemento que integra a todas estas estrategias en un proceso funcional es el estado en que nos encontramos cuando leemos y si es adecuado funcionan de manera natural espontánea e inconsciente. Se recomienda que estas estrategias se practiquen continuamente hasta dominarlas.

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